¿Qué Hacemos?
En México, la ganadería es uno de los usos de la tierra más importantes. Los pastizales y agostaderos abarcan
aproximadamente 110 millones de hectáreas, localizados en su mayoría en sitios deforestados, con degradación,
erosión del suelo y de alta prioridad para la conservación de la biodiversidad. Estas áreas se ubican en zonas
de alerta temprana para el mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD+). Además,
el país es el segundo “hotspot” del mundo en diversidad de especies.
El Problema
La ganadería tradicional y extensiva ha facilitado, a través de procesos de deforestación, la pérdida de biodiversidad y de los servicios ecosistémicos asociados, potenciando los efectos negativos del cambio climático, ocasionando una disminución en los índices productivos e impactando negativamente los medios de vida de las familias ganaderas.
Los pequeños y medianos ganaderos tienen poco acceso a asistencia técnica y carecen de los fondos necesarios para la implementación de sistemas agrosilvopastoriles, lo que se traduce en bajos índices productivos y afecta los medios de vida de las familias ganaderas.
Nuestra Respuesta
• Promover el uso de sistemas agrosilvopastoriles para favorecer la restauración de áreas degradadas, aumentar la productividad y los servicios ecosistémicos, reducir la vulnerabilidad al cambio climático e incrementar la conectividad en paisajes ganaderos fragmentados.
• Facilitar la creación y funcionamiento de comunidades de aprendizaje orientadas al establecimiento y manejo de sistemas agrosilvopastoriles.
• Proponer un marco político e institucional para facilitar la implementación de prácticas ganaderas climáticamente inteligentes.